Muchas cosas pueden causar que nuestra piel envejezca. Algunas no podemos controlarlas o hacer algo al respecto; otras, sin embargo, las podemos influenciar. Una de las que no podemos controlar es el proceso natural de envejecimiento. Juega un papel importante y clave. Con el tiempo, vamos teniendo líneas visibles sobre nuestro rostro. Es normal que la piel de la cara pierda esa característica de juventud. Notamos que se vuelve más delgada y reseca. Nuestros genes ampliamente controlan cuándo ocurren estos cambios. El término médico para este tipo de envejecimiento es “envejecimiento intrínseco”.
Muchos factores están incluidos en esta situación: mutaciones genéticas, aumento de las señales de inflamación, reducción en la producción de lípidos y niveles hormonales bajos. Estos cambios están siendo examinados muy de cerca para revelar cuán importantes son las hormonas para la salud de la piel en las mujeres.
El papel de las hormonas en la piel
Estrógenos
Cuando se trata de las hormonas más populares, el estrógeno se lleva el premio como la más conocida y discutida de todas. En la piel, los estrógenos afectan el grosor, formación de arrugas y humectación. Pueden aumentar los glicosaminoglicanos (GAGs), tales como el ácido hyalurónico, para mantener el balance de líquidos e integridad estructural. También pueden aumentar la producción de colágeno en la piel, donde mantienen el grosor y permiten que se mantenga “viva”, hidratada y libre de arrugas.
La piel no es el único rasgo externo que se beneficia de los estrógenos. Además de lo ya señalado, también pueden contribuir a un crecimiento saludable del cabello. Durante el embarazo, se experimenta frecuentemente crecimiento capilar, donde la fase anágena (de crecimiento) se prolonga. La caída de esta hormona después del embarazo y durante la menopausia provoca un adelgazamiento y caída del cabello, a veces resultando en una pérdida clínicamente significativa del mismo.
En esencia, los estrógenos previenen el envejecimiento al ayudar a que la piel se mantenga vibrante y joven.
Hormonas tiroideas
También tienen influencia en la apariencia saludable de la piel. La tiroides es una glándula pequeña con forma de mariposa, localizada justo frente a nuestras cuerdas vocales. Produce dos hormonas que afectan el metabolismo, desarrollo cerebral, temperatura corporal, fuerza muscular, salud de los huesos, resequedad de la piel, ciclos menstruales y niveles de colesterol. Demasiado de estas hormonas y la piel se vuelve tibia, sudorosa y sonrojada. Por el contrario, muy poco y se vuelve reseca, áspera y gruesa. La insuficiencia tiroidea también puede llevar al adelgazamiento y eventual caída del cabello.
La menopausia
Durante la transición hacia la menopausia, generalmente caracterizada por bochornos, la piel puede aparecer sonrojada e irrigada. Los estrógenos tienen propiedades antiinflamatorias, así que la pérdida de estas hormonas puede llevar a inflamación celular, que puede agravar ciertas condiciones tales como rosácea. Como se expuso antes, tienen un punto importante en la producción de colágeno y elastina de la piel. Perder estrógenos durante esta etapa también significa perder colágeno dérmico. Ello conlleva a un adelgazamiento y pérdida de elasticidad, que prepara el escenario para la formación de arrugas. Dado que los estrógenos también regulan los GAGs en la piel, perderlos trae como consecuencia sufrir de comezón y deshidratación; se reduce el número de venas en la piel, dando una apariencia pálida con falta de nutrientes viajando a través de la superficie. En definitiva, tenemos piel más pálida, deshidratada, delgada, irritada y reseca. Ya que la caída hormonal y más drástica que la de otras hormonas como la testosterona, también pueden aumentar rasgos androgénicos, como el crecimiento de vello facial.
¿Es el reemplazo hormonal la respuesta?
Los tratamientos profesionales para el envejecimiento de la piel deben tomar en cuenta la pérdida de hormonas vitales para enfocarse en el aumento de la hidratación, estimular la producción de colágeno y volver a energizar la piel.
Al frente de los tratamientos de la piel para la menopausia está en estrógeno tópico (estradiol y estriol). Aunque es un campo relativamente nuevo en el cuidado de la piel, la investigación ya ha mostrado mejoras significativas en la elasticidad, humectación de la piel y grosor en mujeres usando el reemplazo mediante cremas para las arrugas.
La aplicación tópica de estrógeno ha mostrado ser segura y efectiva en la prevención del envejecimiento. En un estudio de febrero de 2007, un grupo de mujeres que ya tomaban estrógenos orales fueron tratadas con crema de estrógeno al 0.01%. Después de cuatro meses, el grosor de la dermis y epidermis aumentó, así como los niveles de colágeno en la piel. Esta investigación mostró que el estrógeno tópico proporcionó efectos rápidos y efectivos antienvejecimiento en mujeres que tuvieron altos niveles de estrógeno sistémico en la sangre. Lo significativo del estudio fue que mostró cuán rápidamente una cantidad pequeña de la hormona directamente sobre la piel induce efectos profundos antienvejecimiento.
Una cantidad considerable de investigaciones se han hecho sobre los beneficios de los estrógenos, especialmente estriol, y cómo mantienen la firmeza de la piel, elasticidad, contenido humectante y capacidad de cicatrización en mujeres en menopausia.
Una vez mas te has superado, en serio genial artículo!!!
Enhorabuena
Me ha encantado este texto y nunca había analizado
una opinión como esta sobre el tema, impresionante
! Felicidades